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Hace pocos días, murió de una forma estúpida Guiem Comamala. Descanse en paz y que en la otra vida pueda pescar muchos calamares, jugar al vóley y practicar las matemáticas. Pero todo esto no es un consuelo para los que nos quedamos en esta vida, sobre todo para sus familiares y amigos. Una muerte siempre es una pérdida irreparable, pero de algo nos tiene que servir su sacrificio.

Ahora, mucha gente del mar se rasga sus vestiduras y pide que se cambien algunas normas náuticas para hacer más seguras las navegadas, tanto para los que se suben a las rocas con su lancha, varan en la playa o arrollan a alta velocidad a las pequeñas embarcaciones, que pescan o pasean cerca de nuestras costas.

Allá por el 1989, yo ejercía de director general de Estructures Agràries i Medi Natural en la Conselleria d’Agricultura del Govern balear y ya navegaba por las costas de nuestras Islas. Por aquel entonces, entre otras competencias, tenía la gestión de sa Dragonera, a la que iba con frecuencia. Así pude visualizar las grandes lanchas que a toda velocidad circulaban entre sa Dragonera y Sant Elm con peligro real para pequeñas y a veces no tan pequeñas embarcaciones, a las cuales zarandeaban a conciencia y cuyas olas llegaban a los amarres de Sant Elm.

Buscando soluciones, se me ocurrió solicitar oficialmente a la Capitanía Marítima que redujese el límite de velocidad a 10 ml/h entre el faro de Llebeig y el de Tramuntana, pero, a pesar de las entrevistas, todo fue en vano, pues me indicaron que para ello se tenían que modificar las leyes estatales y así tuvo que quedar el intento.

Si en la autonomía balear tuviésemos competencias en las materias, dentro de nuestras aguas jurisdiccionales otro gallo cantaría, pero ya se sabe que el centralismo (Madrid) tiene el Manzanares como puerto de mar y de eso saben mucho o eso creen. La Constitución del 78 nos da base para poder hacerlo a través de la reforma del Estatut inicialmente (de forma individual y no global).

Se hace pues necesario ceder urgentemente estas competencias a nuestra autonomía y no solo tengo que pedirlo yo y otros navegantes sino todo aquel que tiene representación social e incluso política, empezando por el Govern balear, el Parlament y los diputados y senadores, todos, sean del partido que sean, que hayan sido elegidos en estas Islas, buscando apoyos en el resto de España, incluso en los de secano, para conseguir esas transferencias y la ley Comamala.

De todos es sabido que los nadadores no suelen irse muy lejos de las rocas o la arena (áreas que suelen estar protegidas por boyas amarillas), pero los que nadan desde sus embarcaciones no pueden alejarse de las mismas para no ser arrollados por una moto acuática o una lancha y no digamos de los piragüistas, que navegan a ras de la superficie marina y que una embarcación a gran velocidad no ve por tener alta su proa. Habría que dar pues un folleto o una app con indicaciones, sobre todo para aquellos que las alquilan sin carnet o que pueden representar un peligro. Tendría que ser así por lo menos hasta que estas recomendaciones se conviertan en ley para todos.

Creo que no solo por Guillem, sino por todos aquellos que lo sufren o lo han sufrido, deberían tomarse medidas urgentes desde aquí.

Endavant i fora por!