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Todos se enfadan con razón, por el lugar de llegada del nuevo cable submarino, en Alcúdia, pero nadie se cuestiona si es necesario para la Mallorca actual, si queremos seguir creciendo en todos los sentidos, cuando la población ya está harta de masificación y superpoblación.

Todo ello claro está si la AEE nos demuestra que tan solo es necesario para poder sostener la Mallorca actual, que necesitamos los mallorquines y no las grandes empresas. Creo que merece una reflexión en profundidad y seriedad, pues si no le ponemos un límite, nos harán seguir consumiendo territorio y seguir creciendo hasta el infinito y eso no lo queremos, aunque ya fuera publicado en el BOE y el BOIB y que se puede anular, si se quiere. Esperamos, pues, explicaciones antes que el acuerdo desde Madrid sea definitivo e irreversible, como ya expusimos Miquel Morey (excatedrático de Ecología de la UIB) y yo mismo desde el INESE (Institut d’Estudis Ecològics). Este dilema tan importante para nuestro futuro me lleva también sobre cómo toman las decisiones algunos políticos.

Haber profesionalizado a nuestros políticos no está dando buenos resultados, como tampoco lo fue con la nobleza, luego con otras personas, sobre todo a partir de 1898, salvo hornadas excepcionales. Basta recordar cuando antaño nuestros reyes de poder absoluto y centralista -los Borbones- ponían a sus ‘políticos’, o sea a sus nobles, al frente de potentes escuadras, como fue el fiasco más ‘glorioso’ de la ‘Armada invencible’ y tantos otros, que allanó el crecimiento del poder naval y el crecimiento de las Armadas inglesa y francesa, además con el siempre peligro de los moros y turcos.

Toda esa tendencia de la lucha por el poder, la seguimos teniendo ahora en la España actual, centralizado en Madrid, con el soporte de las débiles Autonomías, no tan solo por las grandes empresas, sino también por los fondos de inversión, que poco a poco van comprando nuestras empresas, levantadas con tanto esfuerzo, solo para buscar el rendimiento del capital, del dinero y no solo en España, sino en todo el mundo occidental.

Es evidente que esta tendencia es difícil de revertir, por eso es necesario fortalecer nuestras empresas, dotando de más poder económico y competencial a nuestras Autonomías.

Este centralismo del poder y de las decisiones tiene su reflejo más flagrante, aunque no es el más importante, en Baleares con la concesión de Costas al Govern balear (no me cansaré de repetirlo) para quedarse ellos el dinero y ahora también con la decisión de la puesta en marcha del nuevo cable submarino, que amenaza nuestro desarrollo y bienestar.

Debemos ser más fuertes, aquí en nuestra Autonomía, con nuestras reivindicaciones, que algunos hacen, pero con poca efectividad, sin fuerza y valentía puesto que nuestros diputados y senadores, dependen de sus partidos de Madrid, teniendo que redoblar nuestros esfuerzos en esta máquina de hacer dinero, que son las Islas Baleares, para sentirnos seguros.

¿Será más seguro nuestro futuro sin ese cable? En el Inese creemos que sí, pues alternativas si son necesarias, las hay.

Endavant i fora por!