Confío en que de la trágica riada valenciana se extraigan unas cuantas lecciones. La primera sobre dónde sí y dónde no construir viviendas, carreteras y otras infraestructuras si queremos que estén a salvo. Segundo, a qué sí y a qué no destinar dinero público, que se derrocha alegremente en infinidad de idioteces y se racanea en cuestiones que a la postre resultan vitales. Habrá luego toda clase de análisis y conclusiones, porque volverá a caer otro diluvio, eso es seguro. Lo que quizá nadie se plantee, aunque creo que a muchos se nos pasó por la cabeza en cuanto escuchamos las primeras noticias, es la utilidad del modelo autonómico. Todos sabemos cómo se gestó y qué se trataba de desactivar cuando los políticos postfranquistas diseñaron ese nuevo mapa de España. La idea era, casi única y exclusivamente, que País Vasco y Catalunya perdieran fuerza en sus ansias independentistas o, como mínimo, diferenciadoras, que ya habían establecido cuarenta años antes, durante la II República, y que renacieron con fuerza a la muerte del dictador. Los herederos de Franco se sacaron de la manga el «café para todos» y aquí paz y después gloria. Solo que la gloria ha sido para unos pocos, los tragaldabas que se han beneficiado del chiringuito de turno: parlamentos autonómicos, Senado de representación territorial, miles de empresas públicas autonómicas, cuerpos policiales propios… en fin, esa inmensa pirámide de privilegios carísimos que conocemos bien. Y que a la hora de la verdad hace aguas. Nunca mejor dicho. Un inútil al frente del invento, incapaz de tomar decisiones, seguramente ignorando qué puede y qué no puede hacer. Para que al final sea el Estado central y sus fuerzas los que saquen las castañas del fuego.
Autonomías
10/11/24 4:00
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3 comentarios
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Respecto al origen de las autonomías no coincido con la articulista. En la gestación de la constitución los monárquicos consiguieron imponer la idea de que la jefatura del estado fuese la monarquía, pero ellos sabían que eran una minoría, frente a los todopoderosa sindicatos mas proclives a la republica (los partidos de izquierda eran poderosos en función de su sindicato en aquellos entonces) junto con muchos políticos provenientes del régimen de Franco. De allí surgió la idea de traer a colación estos partidos periféricos que eran casi testimoniales, pero que eran mas monárquicos que los monárquicos. Ese fue el germen del estado autonómico. Asi que las ansias independentistas y su neutralización no era algo que preocupase mucho, por no preocupar no preocupaba ni a esos partidos testimoniales. En cuanto a Eta se suponía que con la amnistía y la democracia quedaría totalmente desactivado. Y si fue pensado únicamente para País Vasco y Cataluña.
Rost a l'infernPues yo lamento discrepar de su discrepancia. Lo de cercanas a su gente, sus problemas y sus inquietudes, pues casi que es indistinguible una administración que otra, ósea entre poca o muy poca, es mas alguna vez me ha resultado mas fácil relacionarme con alguna administración central que con alguna autonómica. Pero la frase es muy bonita y muy vacía. Lo que si veo un aumento de los gastos, un aumento de las corruptelas y un aumento hasta el infinito en organismos publicos, publicos-privados o privados de poca o nula utilidad, dependiendo de ese monstruo devorador de recursos públicos que hemos creado Y pone de ejemplo la educación. En serio cree que es un buen ejemplo, pero si el deterioro de la educación en este país con sus autonomías es deplorable y los informes Pisa lo ponen de manifiesto año tras año, habiendo tenido mejor educación en tiempos pasados con el desenterrado o cuando el inicio de la Democracia que todavía no se habían transferido las competencias. En lo que estamos de acuerdo es en la baja calidad política de los dirigentes, sus acólitos y sus monaguillos, pero vamos es lo que la gente ha votado y no dejan de ser un reflejo de una sociedad.
Lamento discrepar. Las autonomías, per se, son beneficiosas: Cercanas a su gente, a sus problemas y a sus inquietudes. ¿Cómo sería la educación en Baleares si dependiera de Madrid? Lo que es realmente tóxica es la baja calidad política de los dirigentes, sus acólitos y sus monaguillos.