Juan MestrePalma16/11/24 4:00
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Ni cuando se produjo la catástrofe de Sant Llorenç des Cardassar en 2018, con 13 fallecidos, se había hablado tanto de inundables. Aquella catástrofe hubiese sido un buen punto de partida para analizar la situación de las viviendas construidas en zonas inundables, reforzar los torrentes y, sobre todo, la seguridad de los ciudadanos en caso de sufrir lluvias torrenciales. No, en aquella ocasión apenas se habló sobre inundables porque lo que de verdad importaba era eximir al entonces Govern de cualquier responsabilidad de la catástrofe. La culpa entonces era de la Aemet por avisar tarde sobre lo que estaba ocurriendo en Sant Llorenç, donde cayeron 237 litros por metro cuadrado. Ningún político fue cuestionado y nadie investigó lo ocurrido. Me temo que ni siquiera se pusieron en marcha medidas para evitar que lo de Sant Llorenç se repitiese en otro municipio de las Illes Balears.

Ha sido comenzar el debate sobre las responsabilidades políticas de la tragedia de Comunidad Valenciana para que la portavoz de Podemos en el Parlament apuntase a Prohens como máxima responsable de las viviendas inundables de Balears, como si hubiesen aparecido por arte de magia en el último año y medio al mismo ritmo que las autorizaciones de piscinas.

Como ha ocurrido con la masificación y la falta de viviendas de alquiler, el tema de los inundables es uno de esos asuntos que surgen siempre cuando gobierna el centro derecha, la única que autoriza urbanizaciones, permite construir en todos los rincones de Balears y, por supuesto, pone en riesgo la seguridad de los ciudadanos que compran viviendas en zonas susceptibles de quedar bajo el agua. Que se prepare Marga Prohens porque muy pronto la acusarán de permitir la desnutrición infantil en Balears, como hicieron con José Ramón Bauzá.

Mucho me temo que con oportunismo político será difícil consensuar medidas más o menos razonables que garanticen la seguridad de los ciudadanos. Porque escuchar a algunos portavoces hablar como si nunca hubiesen gobernado supera todos los niveles de cinismo admisibles.