TW
0

El reciente anuncio del Gobierno de celebrar durante 2025 numerosos actos con motivo del 50 aniversario de la muerte de Francisco Franco ha despertado una profunda controversia en el país. Para Vox, estos eventos no son más que una maniobra ideológica del Ejecutivo socialista para reabrir viejas heridas y utilizar la figura de Franco como herramienta de polarización política. Mientras España enfrenta desafíos económicos, sociales y territoriales, el Gobierno de Pedro Sánchez parece más interesado en librar batallas del pasado que en solucionar los problemas del presente.

Es necesario analizar qué motiva esta decisión. Desde nuestra postura, esta conmemoración no busca un análisis histórico objetivo, sino reforzar una narrativa oficialista que demoniza una parte de la historia de España para dividir a los ciudadanos en bandos. Españoles, Franco ha vuelto, pero no por voluntad de quienes creemos en la reconciliación nacional, sino como un instrumento de distracción frente a la incompetencia gubernamental. Se insiste en perpetuar un relato en el que una mitad de los españoles es constantemente señalada como culpable de los males históricos del país.

La pregunta que debemos hacernos es: ¿quién se beneficia de este regreso simbólico de Franco? En Vox defendemos que los españoles han superado hace mucho tiempo las divisiones del pasado. Hemos construido una democracia que, con sus imperfecciones, ha permitido más de 40 años de convivencia en libertad. Sin embargo, el Gobierno socialcomunista insiste en retroceder, utilizando la memoria histórica como arma política y profundizando en grietas que deberían estar cerradas.

Es revelador que, mientras Sánchez promueve actos oficiales para supuestamente conmemorar el fin del anterior régimen, las necesidades reales de los ciudadanos quedan relegadas. ¿Dónde está la acción contra la inflación que asfixia a las familias? ¿Qué ocurre con la inseguridad en nuestras calles, la falta de vivienda asequible o la crisis migratoria que afecta a nuestras fronteras? Estas cuestiones, que afectan directamente a la vida diaria de los españoles, son ignoradas mientras el Ejecutivo se pierde en luchas simbólicas que solo interesan a una élite ideológica.

En Vox creemos en una España que respete su historia sin manipularla. La memoria de Franco, como cualquier otra, debe ser abordada desde una perspectiva académica, no desde la propaganda política. No se trata de glorificar ni de condenar, sino de aceptar los hechos tal como son, en su contexto, y de mirar hacia adelante. No permitiremos que se reescriba la historia para dividirnos, ni que se utilice el pasado como herramienta de control ideológico.

La verdadera celebración debe ser por los logros de nuestra democracia, no por revivir fantasmas que pertenecen a otra época. Nosotros, seguiremos defendiendo la unidad de España, el respeto a nuestras tradiciones y el derecho de los españoles a vivir sin ser manipulados por intereses políticos que solo buscan perpetuar el enfrentamiento. Españoles, Franco no ha vuelto; es el Gobierno quien lo revive con fines mezquinos. Es hora de superar esta obsesión y centrarnos en construir un futuro de prosperidad y libertad para todos.