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El alijo de un kilo de cocaína interceptado por el Cuerpo Nacional de Policía en Palma iba a ser distribuido en locales nocturnos de la Isla, en concreto en Gomila, Passeig Marítim, Atarazanas, s'Arenal, Magaluf y Palmanova. Hasta la fecha han sido detenidos cinco presuntos narcotraficantes, aunque la operación no se da por concluida.

El jefe del Grupo I de Estupefacientes relató ayer que la investigación para desarticular esta banda se inició hace dos años, cuando se detectó que un tal «Miki», un joven de 24 años, llevaba a cabo una intensa actividad relacionada con el tráfico de estupefacientes. El sospechoso no trabajaba, pero llevaba un alto nivel de vida. Pilotaba una motocicleta de 900 centímetros cúbicos, un Opel Calibra de gran potencia y vivía en una vivienda de la calle Dragonera con todo tipo de lujos. El supuesto «narco» era, por añadidura, un experto piloto y en varias ocasiones despistó a los funcionarios que le vigilaban.

Hace pocos días, en concreto el martes, la UDYCO (Unidad de Drogas y Crimen Organizado) supo que «Miki» había recibido un alijo y al día siguiente se procedió a su detención. Fue interceptado cuando se dirigía al trastero, en compañía de Roberto José M.C., de su misma edad. Los funcionarios, con la preceptiva autorización judicial, registraron su casa y el intrigante trastero. En el primer inmueble hallaron 160.000 pesetas y algunas dosis. En el cuarto de Archiduque Luis Salvador, en cambio, se localizó el «laboratorio» y un kilo de cocaína. Con una prensa hidráulica manipulaban la droga, le daban forma de roca y simulaban que era de gran pureza.