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La policía llevó a cabo el pasado domingo una redada contra la venta y consumo de sustancias estupefacientes. La operación se centró en la discoteca de un local situado en s'Aranjassa. El resultado ha sido la detención de un presunto vendedor de «éxtasis», la identificación de dos chicas de países del Este que estaban sin documentación, decenas de identificaciones de clientes de la fiesta, y la intervención de unas 200 pastillas de «éxtasis» y dosis de cocaína, hachís y «porros» preparados para el consumo.

En la discoteca se había anunciado una fiesta, que se iniciaba a las nueve de la mañana del domingo y debía concluir a las nueve de la mañana de ayer, lunes. El Grupo de Estupefacientes de la UDYCO preparó una intervención ante la sospecha de que se venderían cantidades importantes de drogas para su consumo.

Desde primera hora de la mañana agentes policiales se confundieron entre los clientes que acudían a la fiesta. Los policías estuvieron atentos a los movimientos relativos a la venta de las drogas, detectando la presencia de un varón que ofrecía «éxtasis». Entre las doce y la una del mediodía se llevó a cabo la intervención. En el suelo del local se recogieron dosis de «éxtasis», cocaína y hachís, que se supone fueron arrojadas por los clientes. En la operación policial intervinó también la Brigada de Seguridad Ciudadana.