Un joven recluso de 26 años de edad apareció ayer muerto en una
celda de la nueva cárcel de Palma, en donde cumplía condenada por
robo. La víctima se ahorcó con una sábana y los servicios médicos
de urgencia no pudieron hacer nada para reanimarlo.
El recluso protagonizó el día antes, el sábado, un incidente con
otro preso. Según parece, lo agredió con violencia y el reo tuvo
que ser hospitalizado. La dirección del nuevo centro penitenciario
decidió entonces aislarlo, para evitar nuevos incidentes, y ayer a
las 13'00 horas, cuando un funcionario se personó en su celda para
darle la comida, fue localizado colgado. Las fuentes consultadas no
pudieron concretar si el muchacho se ahorcó de un barrote o de
algún saliente del habitáculo, pero lo cierto es que apareció con
una cinta de sábana anudada al cuello y ya sin vida.
Pese a esta circunstancia, el funcionario que lo halló dio aviso
inmediato a los servicios sanitarios de guardia y los médicos del
061 trataron de reanimarlo durante varios minutos. Al final sólo
pudieron certificar el óbito y el cuerpo sin vida fue trasladado al
instituto anatómico forense de Palma, en donde hoy está previsto
que se le efectúe la autopsia. El titular del juzgado de
instrucción número 9, que ayer se encontraba en funciones de
guardia, fue informado del fallecimiento y ordenó que la policía
abriera una investigación para aclarar las circunstancias exactas
de la muerte.
Hace algunas semanas ya se quitó la vida otro preso en la nueva
cárcel de Palma, por lo que con éste ya son dos los convictos
fallecidos desde que la penitenciaria abrió sus puertas.
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