El Instituto de Reinserción Social, que trabaja en los juzgados de
Palma, atendió el pasado año a un total de 307 personas con
problemas sociales. Este servicio social atiende prioritariamente a
las personas que están implicadas en algún delito. El servicio es
voluntario, pero su objetivo principal es conseguir contabilizar la
administración de justicia con las medidas psicosociales que
inciden en el proceso de reinserción de un detenido.
Este servicio dispone de dos trabajadores sociales que realizan
su trabajo en el mismo edificio de los juzgados. Fuentes del IReS
señalaron ayer que de las personas detenidas en 1998, y que han
sido condenadas, el 19.6% ha cumplido la condena en un centro
alternativo a la prisión. El Código Penal determina que esta
suspensión de condena está condicionada a un tratamiento de
deshabituación, o a la no reincidencia delictiva en un periodo de
tiempo que establecen los jueces.
El canal de acceso al servicio social sigue siendo, en su mayor
parte, a través de las instancias judiciales, que han supuesto el
36% de las atenciones prestadas. El 28% se ha atendido a través de
los programas de atención a los drogodependientes, mientras que el
17% del total de usuarios han acudido por iniciativa propia. El 14%
restante ha sido enviado a través de los distintos servicios
sociales. La estadística del pasado ejercicio demuestra que la
mayoría de personas atendidas siguen siendo hombres. La
problemática más frecuente ha sido la judicial, la drogodepencia y
la situación familiar.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.