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Un incendio intencionado destruyó ayer un centenar de balas de paja que estaban almacenadas en el establo de la finca situada en el Camí Fondo, junto a la barriada del Molinar. Los daños ocasionados son muy importantes, según señaló ayer un portavoz de los bomberos.

El suceso se inició sobre las 13.30 horas. El dueño de la finca de Son Ferrando Vell observó la presencia de un grupo de niños que merodeaban por los alrededores del establo en el que guardaba la paja. A los pocos minutos descubrió que en este lugar se había iniciado un incendio, lo que hace sospechar que lo provocaron estos menores.

Los bomberos de Palma enviaron tres unidades al lugar del suceso. Los efectivos tuvieron que mover todas las balas para poder sofocar el fuego. El intenso humo que provocó las llamas dificultó de un modo muy especial las labores de extinción. Los bomberos tardaron más de tres horas en sofocar el siniestro, pero no pudieron evitar que las balas de paja quedaran inutilizadas. Además, el techo del establo, compuesto por placas de uralita, se derrumbó por el efecto de las altas temperaturas. La Policía Local, que estuvo en el lugar, hace gestiones para encontrar a los responsables del suceso.