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JAVIER JIMÉNEZ-M.VÀZQUEZ La Guardia Civil y la Policía Local de Sóller están buscando a los autores del secuestro de un joven en una finca de la localidad. La víctima denunció ayer que estuvo dos días privado de libertad, que fue violado y sometido a vejaciones, y añadió que no podía aportar demasiados datos porque durante su cautiverio le taparon los ojos y el rostro.

Los hechos se conocieron a primera hora de la tarde de ayer, cuando un hombre de 34 años, llamado Francisco, se presentó en el cuartel de la policía y denunció que había estado dos días secuestrado, en concreto desde el pasado martes. Según su relato, al que ha tenido acceso Ultima Hora , fue abordado por varios individuos, que le taparon el rostro y lo condujeron hasta una finca de las inmediaciones. No pudo facilitar detalles sobre la ubicación del predio porque no lo vio, pero indicó que el trayecto había sido breve.

Durante su cautiverio fue agredido físicamente en repetidas ocasiones y para que no pudiera resistirse fue atado de pies y manos. Los secuestradores le infligieron quemaduras con un cigarrillo en la espalda, a modo de tortura, y parece ser que también lo sodomizaron. La Benemérita, nada más tener noticias de lo ocurrido, inició una investigación y la víctima fue atendida en el PAC (Punto de Asistencia Continuada) de la localidad. Luego, dado que las lesiones que padecía eran severas, una ambulancia de la Cruz Roja lo trasladó hasta el Hospital General de Palma.

Los facultativos de urgencias le exploraron y le practicaron algunas curas, aunque le dieron el alta al considerar que podía descansar en su casa sin necesidad de quedarse en el centro. Las fuentes consultadas señalaron que la víctima estaba muy asustada y que su cuerpo reflejaba las secuelas de los malos tratos sufridos. El varón tenía muñecas y tobillos «marcados» por cuerdas que le interrumpieron la circulación y le produjeron hinchazón y en su espalda presentaba quemaduras recientes. Los médicos también le examinaron sus partes íntimas. Al cierre de esta edición no se habían practicado detenciones, pero la Benemérita seguía algunas pistas para localizar a los autores del secuestro.