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Un hotelero de la Platja de Palma, que provocó una quiebra fraudulenta en su empresa, ha sido absuelto por segunda vez de un delito fiscal, por el que el fiscal había solicitado una condena de nueve años de prisión, además de una multa de 87 millones de pesetas. La sentencia absolutoria la ha dictado la juez del juzgado de lo penal número 7 de Palma, Francisca Ramis, que llega a la conclusión de que la Inspección de Hacienda no ha podido demostrar la cuota que el empresario dejó de abonar al Estado por la explotación de sus empresas.

La sentencia señala que el acusado, Nicolás M.M., defendido en este juicio por el abogado Guillem Roig Jaume, era socio y administrador único de la sociedad mercantil «Hotelera Playas de Palma». Esta empresa se dedicaba a la explotación hotelera y era propietaria de tres establecimientos turísticos en la zona de la Platja de Palma. La sentencia afirma que el empresario omitió incluir en los libros de contabilidad partidas correspondientes a ingresos y rendimientos producidos por la explotación hotelera, durante los periodos 1991'1992 y 1993. Sin embargo, la sentencia señala que no se han acreditado las cantidades concretas que el hotelero dejó de ingresar a Hacienda.

El empresario ya fue juzgado por manejar una doble facturación en la empresa durante el ejercicio de 1998. Los inspectores de Hacienda calcularon que el hotelero, con la ocultación de estos ingresos, dejó de declarar la cantidad de 91 millones de pesetas. Pese a que los jueces dan por probado que el empresario ocultaba ingresos al Fisco le han absuelto porque no se establece la cuota exacta que debía ingresar.