El ciclomotor del joven fallecido apenas sufrió daños materiales.

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«Queremos que ese conductor pague por haber huido y pedimos ayuda a cualquier persona que aquel día vio algo». Juan y Ana, los padres del motorista Daniel Villatoro Martínez, fallecido el día 2 de este mes tras colisionar en Palma contra un coche que se dio a la fuga, viven pendientes de las novedades de la investigación que lleva a cabo la Policía Local. El matrimonio tiene su propia teoría sobre lo sucedido y duda que su hijo se estrellara con su ciclomotor contra el turismo, tal y como sostiene el cuartel de Sant Ferran.

La tarde del accidente Daniel, estudiante de cuarto de ESO en el instituto Francesc de Borja Moll, había acercado a su madre al trabajo y a renglón seguido se había dirigido a Son Oliva, a visitar a un amigo. Luego enfiló la calle Balmes, a bordo de su ciclomotor marca Peugeot Spedfight, y en el cruce con Eusebi Estaba, aconteció el accidente fatal. De acuerdo con el informe confeccionado por el 092, Daniel no pudo frenar a tiempo y se empotró contra la parte trasera de un Renault 11 de color blanco.

Ana, por contra, cree que el siniestro fue de otra manera: «Hemos sabido que una testigo dijo que mi hijo circulaba por la izquierda, cuando un coche se le metió delante y frenó. Daniel chocó contra él y cayó sobre la parte delantera del automóvil». Además de esa mujer que presenció la secuencia, también un taxista fue testigo de lo ocurrido, pero los padres del chico todavía no han podido dar con él. Daniel quedó tendido sobre la calzada, en estado muy grave y el conductor del R-11, un hombre de entre 45 y 50 años, se apeó del vehículo y se acercó a él. «Ahora vuelvo, voy a aparcar bien el coche», fue todo lo que dijo antes de desaparecer.

El conductor, sin embargo, no regresó y el motorista fue trasladado urgentemente a Son Dureta. Como consecuencia del golpe se destrozó la pelvis, y se dañó seriamente el bazo y un riñón. Su estado fue de mal en peor, ya que estaba destrozado por dentro, y falleció en el quirófano de Son Dureta. Ana y Juan creen que el tráfico en esos momentos era denso en la calle Balmes «y nuestro hijo no podía ir muy rápido». De los testimonios escuchados han llegado a la conclusión, también, de que el conductor efectuó alguna maniobra incorrecta y Daniel no pudo esquivarlo.

Pero lo que más le duele «es la cobardía de este individuo», que ni tan siquiera auxilió al adolescente cuando se debatía entre la vida y la muerte, tendido sobre la calzada.

La personas que conozcan algún dato sobre el accidente del día 2 pueden llamar al teléfono 649-856989 o al 092.