Una casa de la calle Reina Constanza número 13, en Palma, y una
nave industrial del polígono de Can Valero fueron escenario en la
noche de ayer de sendos incendios que provocaron cuantiosos
daños.
Un cuarto de hora después de la medianoche una de las
habitaciones del segundo piso del edificio de Reina Constanza,
cerca de la calle Manacor, comenzó a arder. Se trata de un inmueble
polémico, ya que sus vecinos han denunciado a la propietaria por
los numerosos objetos que tiene almacenados y por la falta de
higiene. Otro motivo de protesta vecinal es que la señora alquila
habitaciones a inmigrantes. El fuego, precisamente, se inició en
una de las habitaciones en la que se alojaba un ciudadano argelino,
que en esos momentos estaba ausente.
Las llamas destruyeron esa dependencia y afectaron al tercer
piso, donde estallaron los cristales, y a la primera planta, que
resultó con el toldo de lona y un techo de uralita calcinado. Juana
C.R., de 83 años, y dueña del inmueble, salió al balcón a pedir
ayuda y fue rescatada por la grúa mecánica de un camión de
bomberos, en estado de gran nerviosismo. Las tareas de extinción
duraron una hora y cuarto y en el interior del piso los bomberos
confirmaron la acumulación exagerada de efectos diversos y una
carencia grave de higiene; hasta el punto de que los alimentos de
la nevera estaban en descomposición.
Por otro lado, a las 4'30 horas se declaró un fuego en unas
instalaciones industriales del polígono de Can Valero, en la calle
Asegra. La nave, dedicada a la producción de vidrio, se incendió
por la rotura del conducto que comunica las tuberías del depósito
de combustible y el único operario que permanecía allí salió
ileso.
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