A la hora indicada, cuando regresaban al establecimiento
hotelero, y a unos 50 metros del mismo, fueron abordadas por dos
jóvenes que hablaban en castellano. Los delincuentes les amenazaron
con navajas y las obligaron a ir con ellos hasta un descampado
cercano. Allí las separaron, las despojaron de sus prendas íntimas
y las agredieron sexualmente. Poco después los delincuentes se
dieron a la fuga a la carrera, pero antes les advirtieron que si
contaban lo sucedido las matarían.
Las dos víctimas acudieron al hotel en busca de ayuda. Desde
allí se reclamó la presencia de la Guardia Civil de Palmanova.
Mientras tanto, madre e hija fueron trasladadas al PAC de Palmanova
donde fueron atendidas de urgencia. Posteriormente fueron
acompañadas al Hospital Materno Infantil de Son Dureta, donde se
les efectuaron una serie de análisis y pruebas. Las dos víctimas
presentaban un gran estado de excitación nerviosa y ambas sufrían
hematomas, golpes y moratones en distintas partes del cuerpo, pero
sobre todo en el rostro.
Madre e hija dieron una serie de datos a los investigadores de
la Guardia Civil que, de inmediato, inició la investigación para
tratar de localizar y detener a los dos violadores. En principio se
tienen una serie de datos concretos de los delincuentes, que ayer
se estaban investigando. Además de la brutalidad en sí que supone
cualquier violación, destaca en este caso el hecho de que se ha
utilizado una violencia extrema para llevar a cabo las dos
agresiones sexuales. Madre e hija fueron golpeadas en repetidas
ocasiones y siempre bajo la amenaza de arma blanca, que no llegaron
a utilizarse.
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