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J.JIMÉNEZ
Siete de los nueve presuntos narcotraficantes detenidos por la Guardia Civil en relación al alijo de 780 kilos de hachís interceptado en Cala Virgili ingresaron en la noche del viernes en la cárcel de Palma tras declarar ante el juez de Manacor.

La declaración del grupo -formado principalmente por magrebíes y franceses residentes en este último país- se prolongó durante horas debido al gran número de encausados y sólo dos de los sospechosos quedaron en libertad al no poder acreditarse suficientemente su participación en los hechos. Por otra parte, ayer por la mañana comenzó en aguas de Cala Virgili la operación para rescatar los fardos con droga que los traficantes pudieron arrojar al mar cuando fueron sorprendidos en la noche del martes al miércoles. Una patrullera de la Guardia Civil navegaba por la zona de Calas de Mallorca en busca de indicios sobre un joven submarinista desaparecido y en un momento dado reparó en un yate que le resultó sospechoso.

Cuando los agentes del Cuerpo se acercaron al barco los tripulantes comenzaron a lanzar los bultos por la borda y emprendieron veloz huida. La Guardia Civil no quiere que ese 'pecio' submarino sea una tentación para cualquier persona con pocos escrúpulos y ayer mismo los GEAS (Grupo Especial de Actividades Subacuáticas) rastrearon el fondo del mar, al parecer sin suerte. Para la operación se está utilizando material especial enviado desde Madrid, compuesto al parecer por un sonar y otros artilugios de última generación para la detección bajo el mar. Hoy está previsto que los trabajos continúen y se prolongarán hasta que se recupere todo el alijo.