El martes por la mañana cundió la alarma policial en Palma al
descubrirse el robo de 18 detonadores de explosivos similares a los
que suele utilizar la banda terrorista ETA. Al final se ha
demostrado que los autores del robo no tienen ninguna relación con
el terrorismo y que ni tan siquiera sabían la importancia del
material que habían sustraído.
La historia de este caso se inició la noche del lunes, cuando
una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía que estaba en las
cercanís del poblado de Son Banya detectó un coche sospechoso. Los
agentes identificaron a los dos ocupantes y comprobaron que en el
interior del vehículo había diverso material, que después se supo
que había sido robado de una empresa de construcción en Marratxí.
Los dos sospechosos fueron trasladados a los calabozos y a la
mañana siguiente los agentes del MIP-D, que efectuaron las
diligencias, descubrieron que entre el material recuperado había
los 18 detonadores. De inmediato se avisó a la Brigada de
Información y, finalmente, el MIP-D aclaró los hechos.
También se ha investigado si la empresa de construcción tenia
las medidas de seguridad necesarias para evitar el robo del
material, y parece que se ha llegado a la conclusión de que no fue
así.
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