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MICHELS/JAVIER JIMÉNEZ
La Policía Judicial de la Guardia Civil baraja dos posibilidades para explicar el asesinato de una viuda alemana en su lujoso chalet de sa Mola, en Andratx: que se tratara de un crimen pasional o que el móvil fuera económico.

Ayer por la mañana varios equipos de la Policía Judicial regresaron al escenario del crimen bajo la supervisión del teniente de la Unidad. Los agentes inspeccionaron durante horas la casa de la calle Moreda número 3 y al parecer encontraron pruebas que pueden ser de vital interés para esclarecer el asesinato. Irmela Regina Femmer era una acaudalada viuda de 50 años que se había casado en tres ocasiones y que residía desde hacía algunos años en sa Mola. Su último marido se suicidó, vivía sola y durante el tiempo que llevaba en la Isla se le conocieron distintas relaciones sentimentales. La Guardia Civil está investigando su círculo más íntimo de amistades y ha determinado que el crimen se cometió en la mañana del viernes, aunque no fue descubierto hasta la noche.

Los investigadores creen que el o los asesinos "de hecho no se descarta que haya más de un implicado" entraron en el chalet por la parte de atrás y sorprendieron a la alemana en la cocina, en donde recibió al menos dos puñaladas, una en el estómago y otra en la garganta. La víctima, que era natural de Ztaffort, vivía de rentas y había trabajado en una inmobiliaria. Llevaba un elevado ritmo de vida y conducía un Mercedes, que ayer seguía aparcado junto a la casa.

La Guardia Civil se ha entrevistado con amigos y vecinos de la fallecida, pero la urbanización de sa Mola, en esta época del año, no registra una gran actividad y parece ser que los residentes no pudieron aportar daños de significación. Con todo, la Policía Judicial está estrechando el cerco y parece ser que tiene a uno o dos sospechosos y que está pendiente de localizarlos para aclarar si tienen relación con los hechos.