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J.JIMÉNEZ/P.MATAS/F.CARBONELL El Grupo de Homicidios localizó ayer en la casa abandonada de Son Banya lo que parece ser una pistola de pequeñas dimensiones, totalmente carbonizada pero que aún mantenía la forma.

Fuentes cercanas a la investigación confirmaron el hallazgo, pero no quisieron pronunciarse al respecto hasta que se compruebe que se trata del arma utilizada para acabar con la vida de los dos hombres, que luego fueron arrastrados hasta la casa, y quemados.

El 'picadero' de la calle Camí de Son Banya número 28 permaneció toda la noche del sábado al domingo custodiado por la policía, para evitar que alguien entrara en la casa y destruyera "intencionada o accidentalmente" huellas y pruebas. Sin embargo, a lo largo de la mañana fueron pocos los gitanos residentes en el poblado que se acercaron a la casa para interesarse por lo ocurrido y casi todos mostraron cierto recelo a hablar del tema.

La prioridad policial, en la actualidad, estriba en conocer las identidades de los fallecidos, ya que de esta manera se podría concretar de una manera más fidedigna qué pasó junto al poblado gitano el sábado por la noche. Lo que también llama la atención es que nadie oyera detonaciones o ruidos, ya que no se descarta que los dos varones fueran asesinados a disparos y la proximidad del poblado hace imposible que nadie escuchara nada. La gran cantidad de sangre que apareció en el suelo y en las paredes demuestra que las víctimas fueron introducidas ya sin vida "o con un último hálito" en la casa y que no pudieron ofrecer resistencia cuando los asesinos provocaron el incendio.