Los expertos siguen sin encontrar una explicación plausible a la tragedia del hotel Tívoli.

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Una nebulosa sigue envolviendo las causas que originaron la tragedia del hotel Tívoli, en S'Arenal, donde perdieron la vida dos obreros y otros cuatro resultaron con lesiones de diversa gravedad al desplomarse el inmueble el pasado viernes. Una sociedad, Tívoli Hoteles SL solicitó el visado al Colegio de Aparejadores el pasado verano, con lo cual, se confirma que las tareas de reforma contaban con los permisos preceptivos.

Los expertos consultados por este diario seguían, ayer, elucubrando sobre las posibles razones de la tragedia, pero sin hallar una respuesta lógica. La Ley de Ordenación de la Edificación, que se aplica, entre otras cuestiones a las obras de ampliación, modificación, reforma o rehabilitación que alteren la configuración arquitectónica de los edificios, afecta de lleno a las tareas realizadas en el hotel Tívoli. La propiedad del edificio siguió los pasos reglamentarios ante el Ayuntamiento de Palma, Colegio de Arquitectos y Aparejadores, según consta en los respectivos registros. ¿Qué fue, entonces, lo que provocó el desplome del edificio? Un accidente de esa naturaleza pudo deberse a un fallo en los cimientos, de una pared de marés o a un corrimiento de tierra, según los expertos. No obstante, también barajan la posibilidad de un sobrepeso inesperado en alguna planta superior del inmueble.

«Lo ocurrido en S'Arenal no es achacable sólo a un hotel, sino que engloba a todos los edificios de Balears porque no hay que hacer distinción alguna en ese aspecto», dijo el presidente de la Federación Hotelera de Mallorca, Pere Cañellas. «Nosotros lamentamos muchísimo lo ocurrido, porque se han perdido vidas humanas, pero también expresamos nuestra preocupación que el tema se centre de forma exclusiva en un hotel», añadió.

El hotel Tívoli no es el primer establecimiento con la baja concedida que se reforma para otros usos. Ni tampoco será el último, según los hoteleros. La Ley de Ordenación de la Edificación, publicada en el BOE el 6 de noviembre de 1999, entró en vigor ante la falta de una configuración legal de la construcción de edificios (incluida las reformas), básicamente establecidas a través de Código Civil y de una variedad de normas cuyo conjunto adolecía de serias lagunas en la ordenación del complejo proceso de la edificación. Los expertos creen que se ha avanzado, aunque lo ocurrido en el hotel Tívoli dejó al descubierto otras anomalías.