Domingo García quedó en libertad mientras que la pequeña ha sido entregada a su madre. Foto: A.SEPÚLVEDA.

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Fin de la historia. Una patrulla de la Guardia Civil interceptó el jueves por la tarde al hombre que se había llevado de la casa de su mujer a su bebé de pocas días, a causa de graves desavenencias conyugales. Los agentes le tomaron declaración y entregaron la criatura a su madre.

Un portavoz de la Oficina Periférica de Comunicación (OPC) de la Guardia Civil de Palma explicó que a las 19'00 horas una llamada telefónica de un conductor informó que un hombre deambulaba por las inmediaciones del Hotel Delta, en la carretera del Cap Blanc, con un bebé en sus brazos. Los funcionarios policiales sospecharon desde el primer momento que se trataba de Domingo García, el hombre al que buscaban desde hacía tres días, por lo que pusieron en marcha un operativo. Una patrulla se desplazó hasta ese paraje de Llucmajor y localizó, a eso de las 19.35 horas, al individuo, que no ofreció resistencia. Los agentes le explicaron que había una denuncia de su mujer contra él y procedieron a quitarle a la niña, que se encontraba en perfecto estado: bien alimentada y aseada. El ex convicto fue trasladado hasta las dependencias policiales, donde le tomaron declaración en relación a su 'fuga' de los últimos días, y posteriormente entregaron el bebé a su madre, que reside en Cala d'Or.

Domingo García concedió una entrevista a Ultima Hora pocas horas antes de ser interceptado por la Guardia Civil en Llucmajor y aseguró que tenía la intención de entregarse a las 20'00 horas de ese día en la Jefatura de Policía. Sin embargo, al final cambió de opinión y se desplazó hasta el Hotel Delta, no se sabe muy bien por qué motivos. Sus familiares acudieron a la comisaría de policía de la calle Ruiz de Alda para explicar que lo habían intentado convencer para que se entregara, sin suerte. El albañil explicó a este periódico que había decidido llevarse a la niña de la casa de su mujer «para asegurarme de que iba a estar bien». Según aseveró, las peleas continuas y el carácter inestable de la madre le «obligaron» a tomar esta decisión. Domingo, que pasó los tres días escondido en una barriada de Palma, se encuentra en libertad condicional y de acuerdo con lo que él mismo contó ya no es toxicómano.