Cristo B.J., un joven vecino de Sóller, se enfrenta a una petición
fiscal de quince años y nueve meses de cárcel por supuestos abusos
sexuales a cinco menores de aquella localidad.
El juicio contra el presunto agresor sexual se inició ayer por
la mañana en la sección segunda de la Audiencia de Palma y sirvió
para que el procesado proclamara su inocencia. Cristo aseguró que
todo se trataba de una venganza porque sacó de su casa, en
septiembre del año 99, al hermano de uno de los denunciantes, por
desavenencias en la convivencia. Una de las víctimas dijo que en
una ocasión, cuando tenía trece años, el acusado lo llevó a una
habitación oscura «y me metió algo en la boca». Luego intentó
penetrarlo, pero no lo consiguió.
Este menor es hermano de la ex novia de Cristo, que ayer declaró
que se enteró de los supuestos abusos un año después. La joven
recordó que el niño pasó una noche con ellos, si bien aseguró que
los tres durmieron juntos y que no advirtió nada extraño. Otro de
los menores contó ante el tribunal que Cristo grababa películas
pornográficas y luego las ponía a los chicos que frecuentaban su
casa. Según recordó, cuando intentó marcharse para no ver la cinta
el procesado le agarró del brazo para retenerlo y tras un forcejeo
consiguió marcharse. El abogado defensor de Cristo solicitó su
absolución por falta de pruebas inculpatorias.
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