El cuerpo sin vida de Peter Smiddy, el turista inglés de 67 años
que llevaba una semana desaparecido en Escorca, fue localizado por
el helicóptero de la Guardia Civil en la tarde de ayer en la finca
de Son March, en Pollença, a bastantes kilómetros de donde todo
este tiempo han estado buscando los equipos de rescate. El hallazgo
se produjo a las seis y media de la tarde, aproximadamente, cuando
el aparato sobrevoló el barranco de El Molinet y detectó un
'bulto'.
En una siguiente pasada se confirmó que era un cadáver y los
efectivos del GREIM (Grupo Especial de Intervención en Montaña)
descendieron y constataron por las ropas que se trataba del
excursionista británico, que llevaba varios días muerto. Todo
parece indicar que Peter se despeñó desde una altura de diez
metros, cuando cayó la noche y no avistó el precipicio.
Se da la circunstancia de que ayer mismo, por la mañana, el hijo
del policía jubilado, que también pertenece a las fuerzas de
seguridad británicas, pidió que la Guardia Civil siguiera buscando
a su padre, a pesar de las escasas esperanzas que había de
encontrarlo con vida. El juzgado de guardia de Inca fue informado
del hallazgo del cadáver y está previsto que en las próximas horas
se practique la autopsia. Lo que más llama la atención del caso es,
sin embargo, que Peter murió en El Molinet y no en el Puig Tomir,
por donde ha sido buscado durante siete días. Esta claro, pues, que
el excursionista se desvió del trayecto que tenía previsto
realizar.
Peter Smiddy era natural de la ciudad de Bradford, al norte de
Inglaterra, y el año pasado ya pasó sus vacaciones en Mallorca e
incluso realizó algunas excursiones por el Puig Tomir y los
alrededores. El turista era un enamorado de la montaña mallorquina
y hace unos diez días, cuando llegó a la Isla, repitió la
experiencia. Su compañera sentimental decidió quedarse en el hotel
del Port de Pollença en el que se alojaban y Peter, según la mujer,
tomó un autobús que le dejó en el kilómetro 10 de la carretera
C-710.
El turista comenzó el ascenso a la finca de Binifaldó, cerca de
la planta embotelladora, y desde ese momento no se supo más de él.
Peter no se presentó en su hotel de Pollença esa tarde y ya no se
supo nada más de él hasta ayer. El infortunado había quedado viudo
hacía 18 meses y había rehecho su vida junto a otra mujer.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.