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Un pasajero del tren de Inca pide responsabilidades a Serveis Ferroviaris de Mallorca tras sufrir el pasado 5 de abril una caída al abandonar el primer vagón del ferrocarril en la estación de Binissalem. El viajero se disponía a bajar del vehículo como hace habitualmente pero en lugar de pisar el andén se encontró con un desnivel de un metro de altura.

Desde que SFM inaugurara la nueva línea hasta sa Pobla el pasado mes de enero ha incrementado el número de unidades que forman sus trenes, especialmente en las horas punta. Así, resulta habitual encontrar ferrocarriles con cinco vagones que en las antiguas estaciones -preparadas para cuatro unidades- sobresalen unos metros del andén.

Pedro Lladó reclama una indemnización a Serveis Ferroviaris por daños y perjuicios. El vecino de Binissalem, sufre una lesión en la columna a raíz de un accidente laboral que se ha visto agravada tras la caída del tren que le provocó además un esguince en el pie. Lladó reclama a los Serveis Ferroviaris una indemnización por cada día de baja que ha pasado desde que se produjo el accidente.

Desde Serveis Ferroviaris de Mallorca, el gerente, José Antonio Santos, explicó ayer a Ultima Hora que «es un tema que me extraña mucho porque me han dicho que el tren tenía cinco unidades por lo que cabe perfectamente en el andén y el trozo que sobresale siempre corresponde a la cabina del conductor, ningún vagón queda fuera».

Santos afirma que confía plenamente en los conductores por lo que no se pronunciará sobre el accidente hasta conocer el expediente informativo que se ha abierto a raíz de los hechos. No obstante asegura que los trenes de cinco unidades caben «perfectamente» en las estaciones. «Cuando el tren se compone de seis unidades sí queda un remolque totalmente fuera del andén pero va perfectamente cerrado y vacío de pasajeros», explica. Sólo los andenes de las estaciones de Inca y Palma son lo suficientemente largos para dar cabida al ferrocarril cuando éste se compone de seis unidades.