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Una mujer de 32 años ha ingresado en la cárcel de Palma después de que la Policía Local, tras una larga investigación, demostrara que durante años ha estado simulando que su ex pareja y la familia de éste la amenazaban y acosaban. Lo grave del asunto es que el hombre y sus dos hermanos fueron encarcelados ante las continuas denuncias de la señora.

En los años 95 y 97 la mujer comenzó a interponer denuncias contra su ex pareja sentimental y el 26 de febrero pasado volvió a personarse en el cuartel de San Fernando para acusar al varón, de 31 años, de amenazas y daños. El juzgado de guardia, visto los hechos, decretó una orden de alejamiento contra el sospechoso, pero la señora, en los días sucesivos, siguió asegurando que la hostigaba. Según ella, le enviaba flores, notas manuscritas, la llamaba por teléfono y también se presentaba en su casa y golpeaba las ventanas, para amedrentarla.

El 10 de marzo, a las 23.30 horas, el hombre fue detenido e ingresó en prisión, por desobediencia grave a la autoridad judicial. Pero la situación no se normalizó. La denunciante continuó asegurando que recibía amenazas de muerte, en concreto de parte de los hermanos de su ex novio, que el 21 de marzo fueron detenidos. El juez adoptó con ellos la misma medida decretada anteriormente y les prohibió acercarse a la fémina. Sin embargo, las nuevas denuncias de ella provocaron que los dos hermanos también ingresaran en la cárcel el día 24 de ese mes.

La policía comenzó a sospechar que algo no encajaba cuando la supuesta víctima se puso por enésima vez en contacto con la policía y aseguró que su 'infierno' continuaba. Entre finales de marzo y principios de abril el 092 montó un dispositivo especial en su casa, a fin de aclarar de una vez por todas qué estaba pasando. La mujer 'apuntó' una vez más al causante de las nuevas amenazas, que en esa ocasión aseguró que era una joven de 23 años novia de uno de los encarcelados. La policía, siguiendo el procedimiento habitual, procedió a la detención de la muchacha, que no llegó a ingresar en prisión.