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A.S.
Poco antes de las once de la noche del pasado martes un joven negro se subió al andamiaje de una obra en construcción en la calle Colom, a unos 15 metros de altura, con la presunta intención de lanzarse al vacío. Al lugar se desplazaron efectivos del CNP, Policía Local, una ambulancia y un psicólogo del 112. También se personaron compañeros del joven. Uno de ellos se subió a la escalera del Cos de Bombers y llegó hasta donde estaba el joven, dándole tabaco. Entre todos se trató de convencerle de que depusiera su actitud, cos que finalmente hizo alrededor de la una de la madrugada.

El joven tenía un contrato de trabajo, y según se dijo fue obligado a firmar su despido de una manera que él considera irregular y bajo coacciones. Una vez en la calle el Cuerpo Nacional de Policía le recogió y acompañó hasta un centro médico.

Durante todo este período de tiempo la calle Colón quedó cortada al tráfico rodado, y fueron numerosas las personas que se detuvieron para vivir en directos las escenas. Compañeros del joven se subieron también a la ventana de un edificio colindante y hablaron con él para intentar tranquilizarle. La historia tuvo un final relativamente feliz.