Domingo García y su hija, durante el primer secuestro que vivió la niña a finales del mes de marzo.

TW
0

A lo largo del día de ayer la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de Policía buscaron intensamente y sin resultado al bebé que el martes fue secuestrado del centro Nazaret, tal y como adelantó Ultima Hora en su edición de ayer. En la denuncia interpuesta ante el Grume (Grupo de Menores) por los responsables de Nazaret se especifica que la responsable de la desaparición de la niña fue su madre, que se introdujo subrepticiamente en esas dependencias y echó a correr con la niña en brazos. Por ese motivo, la primera prioridad, después del secuestro, fue contactar con la madre, que reside en Cala d'Or.

Una patrulla de la Guardia Civil se presentó en su domicilio y le interrogó sobre lo ocurrido en el centro de Palma, si bien la mujer negó de forma categórica que se hubiera apoderado por la fuerza de la criatura, de un mes y medio de vida. Los agentes parece ser que inspeccionaron a consciencia la vivienda, pero no hallaron ni rastro del bebé. Ayer esta actividad frenética continuó y en total se contabilizaron cinco registros de casas de familiares de la pequeña, en Palma y Santanyí. El paradero del padre, Domingo García, es también un enigma y su hermana explicó ayer por la tarde que no habían tenido noticias de él desde que acabó de declarar ante el juez en Manacor, casi al mismo tiempo que su hija era secuestrada en Nazaret.

La opinión policial es que la criatura está bien y que será recuperada en las próximas horas. Con todo, es cierto que existe cierta inquietud porque se trata de una niña con pocos días de vida que ya ha vivido dos secuestros. Se da la circunstancia de que el padre, cuando era niño, ya estuvo ingresado en Nazaret, según confirmó ayer un portavoz del centro. La mujer que entró en esas dependencias -y que presumiblemente es la madre- tuvo que revisar al menos dos habitaciones antes de localizar la que estaba durmiendo la pequeña. Justo en el cuarto de al lado se encontraba una cuidadora, que no la descubrió hasta que fue demasiado tarde.

Nada más saltar la señal de alarma el Cuerpo Nacional de Policía y la Guardia Civil inspeccionaron autocares y taxis para conocer si alguna mujer con un bebé en sus brazos había subido al vehículo con destino a algún municipio, quizás Santanyí. La integridad física de la criatura, en principio, no corre peligro y las fuentes consultadas indicaron que cuando ingresó en Nazaret su estado era perfecto. Sin embargo, en su corta vida ya ha presenciado demasiadas peleas de sus padres, que se han cruzado denuncias por agresiones y amenazas. Así las cosas, Domingo García presentó una denuncia ante la Guardia Civil porque supuestamente su mujer -que según él es maníaco depresiva- había soltado en la calle el cochecito con la niña, que estuvo de punto de ser arrollado por un taxista. La mujer, por su parte, lo acusa de malos tratos.