A lo largo del día de ayer la Guardia Civil y el Cuerpo Nacional de
Policía buscaron intensamente y sin resultado al bebé que el martes
fue secuestrado del centro Nazaret, tal y como adelantó
Ultima Hora en su edición de ayer. En la denuncia
interpuesta ante el Grume (Grupo de Menores) por los responsables
de Nazaret se especifica que la responsable de la desaparición de
la niña fue su madre, que se introdujo subrepticiamente en esas
dependencias y echó a correr con la niña en brazos. Por ese motivo,
la primera prioridad, después del secuestro, fue contactar con la
madre, que reside en Cala d'Or.
Una patrulla de la Guardia Civil se presentó en su domicilio y
le interrogó sobre lo ocurrido en el centro de Palma, si bien la
mujer negó de forma categórica que se hubiera apoderado por la
fuerza de la criatura, de un mes y medio de vida. Los agentes
parece ser que inspeccionaron a consciencia la vivienda, pero no
hallaron ni rastro del bebé. Ayer esta actividad frenética continuó
y en total se contabilizaron cinco registros de casas de familiares
de la pequeña, en Palma y Santanyí. El paradero del padre, Domingo
García, es también un enigma y su hermana explicó ayer por la tarde
que no habían tenido noticias de él desde que acabó de declarar
ante el juez en Manacor, casi al mismo tiempo que su hija era
secuestrada en Nazaret.
La opinión policial es que la criatura está bien y que será
recuperada en las próximas horas. Con todo, es cierto que existe
cierta inquietud porque se trata de una niña con pocos días de vida
que ya ha vivido dos secuestros. Se da la circunstancia de que el
padre, cuando era niño, ya estuvo ingresado en Nazaret, según
confirmó ayer un portavoz del centro. La mujer que entró en esas
dependencias -y que presumiblemente es la madre- tuvo que revisar
al menos dos habitaciones antes de localizar la que estaba
durmiendo la pequeña. Justo en el cuarto de al lado se encontraba
una cuidadora, que no la descubrió hasta que fue demasiado
tarde.
Nada más saltar la señal de alarma el Cuerpo Nacional de Policía
y la Guardia Civil inspeccionaron autocares y taxis para conocer si
alguna mujer con un bebé en sus brazos había subido al vehículo con
destino a algún municipio, quizás Santanyí. La integridad física de
la criatura, en principio, no corre peligro y las fuentes
consultadas indicaron que cuando ingresó en Nazaret su estado era
perfecto. Sin embargo, en su corta vida ya ha presenciado
demasiadas peleas de sus padres, que se han cruzado denuncias por
agresiones y amenazas. Así las cosas, Domingo García presentó una
denuncia ante la Guardia Civil porque supuestamente su mujer -que
según él es maníaco depresiva- había soltado en la calle el
cochecito con la niña, que estuvo de punto de ser arrollado por un
taxista. La mujer, por su parte, lo acusa de malos tratos.
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