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En precarias condiciones higiénicas y agotada por tanto ajetreo. Así fue encontrada en la medianoche de ayer el bebé de un mes y medio de vida que fue secuestrado el martes de Nazaret y que ya ha regresado al centro palmesano. La Guardia Civil, con su contundente actuación, ha puesto punto y final a esta historia que iba adquiriendo tintes preocupantes.

Los agentes, el miércoles por la noche, pasaron seis horas dialogando con la madre, que reside en Cala d'Or, en la segunda entrevista desde que secuestró a su bebé. En la primera negó que hubiera sido ella, pero poco antes del desenlace feliz se fue derrumbando y al final confesó que la niña estaba en su casa de Santanyí. Los funcionarios del Emume (Equipo de la Mujer y del Menor) irrumpieron en la vivienda y se encontraron que además de la criatura allí estaba Domingo García, el padre. Curiosamente el hombre había sido detenido el lunes por amenazar a su mujer con un cuchillo, por lo que no se explica muy bien esta relación amor-odio que mantiene la pareja.

Sea como fuere, el bebé fue recuperado sin que fuera necesario utilizar la fuerza y aunque se encontraba en precarias condiciones higiénicas y agotada, su estado físico era óptimo. A la 01.30 horas la niña fue devuelta al centro Nazaret, en Palma, y a primera hora de la mañana el pediatra le hizo un reconocimiento que, en efecto, no advirtió señales de violencia o un comportamiento anómalo. Desde el Consell se remitió ayer un comunicado en el que se explica que la menor permaneció con su padre durante el secuestro y que la madre secuestró a la pequeña por presiones del hombre, que no podía visitarla en Nazaret. Desde la Comandancia de la Guardia Civil de Palma, empero, se negó esta versión y un portavoz autorizado señaló que la madre había declarado que decidió llevarse a la niña por iniciativa propia, «porque estaba llorando».

De la reconstrucción de los hechos efectuada por los investigadores se desprende que la mujer huyó del centro con el bebé en brazos y que a continuación tomó un taxi y se dirigió a Felanitx. Allí se reunió con Domingo y visitaron varias casas de amigos, para no ir a la de Cala d'Or que estaba vigilada por la Guardia Civil. Esa noche la criatura la pasó con su progenitor en la vivienda de unos conocidos y el miércoles el matrimonio se volvió a ver, en Felanitx. El GRUME (Grupo de Menores) del Cuerpo Nacional de Policía también realizó gestiones en Palma y poco a poco el cerco se fue estrechando, hasta asfixiar casi por completo a Domingo y su mujer. Por la noche el hombre acudió a la casa de Cala d'Or y la Benemérita cerró definitivamente el círculo: ya sólo quedaba recuperar a la niña, lo que se consiguió a las 23.45 horas, de forma limpia y sin violencia.

Los investigadores creen que la madre secuestró al bebé porque temía que fuera adoptado por una familia y la perdiera para siempre. La acción que cometió no está tipificada como delito, sólo como falta y no fue detenida. En cambio, parece ser que la Policía Local de Santanyí y la Guardia Civil buscan ahora al padre, porque incumplió una orden de alejamiento de su mujer dictada por una jueza de Manacor el martes.