J.FRANCISCO MESTRE27/04/01 0:00
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El jurado rechazó la acusación de asesinato que planteaba el fiscal y aceptó, por mayoría, que la joven gallega era autora de un homicidio. Por tanto, se declaró probado que la mujer mató a su novio Aurelio Blas González de una puñalada en el corazón, pero no planeó su muerte, ni la llevó a cabo mientras la víctima estaba durmiendo. Pese a este veredicto de culpabilidad, el tribunal popular ha aceptado que existe una circunstancia atenuante muy cualificada, que puede reducir la pena de prisión que se impondrá. El jurado ha llegado a la conclusión de que el día de los hechos Paula Varela se encontraba bajo los efectos de una fuerte intoxicación etílica, que si bien no anulaban sus facultades mentales, si le afectaba gravemente. Asimismo el jurado, por seis votos a tres, se pronunció a favor de solicitar un indulto parcial al Gobierno a favor de la joven acusada.

Una vez conocida el veredicto, el fiscal Joan Carrau pidió al juez Diego Gómez Reino que imponga una condena de ocho años de prisión. También pide una indemnización de 30 millones de pesetas para los herederos del fallecido. En cambio, el letrado defensor, Antonio Platas, pidió la pena mínima, y recordó que puede ser incluso de dos años y seis meses de prisión. Lógicamente, la defensa se mostró a favor de pedir el indulto. Paula Varela escuchó de pie la decisión del jurado y se mostró en todo momento muy serena. Entre el público se encontraba la madre de la joven, así como la viuda del fallecido.

Durante este juicio, que se inició el pasado lunes, la joven gallega, de 20 años de edad, ha mantenido que ella no recuerda que hubiera matado a su novio, y asegura que no tenía motivos para hacerlo porque estaba enamorada de él. Los forenses han mantenido que la mujer no finge cuando refiere esta falta de memoria. Aurelio Blas González apareció muerto en el mes de septiembre de 1999 en un apartamento de Can Tàpera. El hombre presentaba una puñalada a la altura del corazón. Aurelio y Paula llevaban viviendo juntos varios meses y, según mantenía la acusación, el hombre se estaba planteando abandonar la relación con la joven y regresar con su mujer y sus hijas menores. La acusada comunicó la muerte de su novio unas doce horas después de cometerse el crimen.