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La Conselleria de Medi Ambient baraja varias hipótesis para determinar el origen de los diversos incendios registrados a lo largo de la semana en Eivissa, los últimos de los cuales, el de Sant Joan y el de Sant Llorenç, se dieron por controlados sobre las 12.30 horas de ayer.

Fuentes de este departamento indicaron que todas las posibilidades «están abiertas», desde la actuación de uno o varios pirómanos a una cadena de negligencias, aunque en cualquier caso aún es pronto para dar respuestas definitivas ya que las investigaciones se intensificarán ahora que los fuegos están bajo control.

En total, se calcula que se habrán quemado unas 75 hectáreas de masa forestal desde el primer incendio registrado el pasado miércoles, que se inició en el Pla de ses Formigues (en la Cala de Sant Vicent, en el municipio de Sant Joan) y que se reprodujo por varios puntos cercanos; y el del Puig de can Toni Mussons, declarado el sábado, que se atajó horas después.

El hecho de que estos siniestros presentaran varios focos ha llevado a pensar a la Conselleria que podrían ser intencionados, aunque es temprano para cerrar cualquier hipótesis. Con todo, la subdelegada del Gobierno en Eivissa, María Encarnación Sánchez Jáuregui, señaló que había «indicios» de que los fuegos podrían haber sido intencionados, si bien añadió que había que ser prudentes porque los casos se encuentran en investigación y no hay nada definitivo.