En el bolsillo del pantalón de Andrés Moyá apareció una carta de
póker, una circunstancia que está siendo investigada por el Cuerpo
Nacional de Policía por si pudiera tratarse de una advertencia o
una señal de los asesinos.
Con todo, las fuentes consultadas indicaron que a este respecto
hay que ser prudente «porque el fallecido podía llevar encima el
naipe por cualquier otro motivo y no significa necesariamente que
se lo colocaron las personas que lo mataron».
Otra circunstancia que al parecer fue puesta en conocimiento de
los investigadores es que el autónomo de la construcción se
desplazó recientemente hasta Colombia, en un viaje cuyas causas no
están claras. El fallecido fue visto en varias ocasiones en
compañía de unos individuos de etnia gitana que residen en Manacor
y que supuestamente están relacionados con el tráfico de drogas,
por lo que ahora la investigación en marcha se centra en conocer el
entorno de Andrés Moyá y las 'amistades' que hizo en los últimos
meses.
Económicamente la víctima mortal no pasaba apuros; es más, su
empresa de la construcción parecer ser que funcionaba y no le
faltaban los encargos, tanto en Manacor como Palma. Durante la
mañana de ayer la ex compañera sentimental del fallecido prestó
declaración ante los inspectores que investigan el caso en la
comisaría de Manacor: los funcionarios trataron de averiguar
quiénes eran los enemigos a los que se había referido en alguna
ocasión Andrés y si tenía deudas o problemas graves que le
agobiaran.
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