Un vecino de Palma presentó ayer una denuncia en el juzgado de
guardia contra una monitora del polideportivo de San Fernando (del
CIM), porque su hijo de cuatro años estuvo a punto de ahogarse. Los
hechos ocurrieron ayer por la mañana. El pequeño fue inscrito en
unos cursillos de natación. Su padre le llevó por la mañana al
centro y se quedó para presenciar la clase. El hombre, según la
denuncia, vio al niño sentado en el bordillo de la piscina agitando
los pies.
Sin embargo, al rato notó que el niño no estaba. Miró por los
alrededores y no lo encontró, por lo que se fijó si estaba dentro
de la piscina. Descubrió que su hijo se encontraba en el fondo de
la piscina y, según la denuncia, a sólo medio metro de la monitora.
El denunciante comenzó a gritar «el niño, el niño», pero que «ni la
monitora ni nadie de los monitores que había en la piscina se han
percatado de lo que estaba pasando». Por fortuna, un hombre que
pasaba por allí se lanzó al agua vestido y rescató al niño, que ha
logrado recuperarse.
El denunciante asegura que la respuesta de la monitora tras el
incidente fue «ese niño no es de mi grupo». El hombre buscó al
director de las instalaciones, quien le comunicó que él no tenía
nada que ver con los cursillos. El padre, que exigió la titulación
de los monitores, asegura que el director general, Juan Comas, se
entrevistó con él, y que le prometió que tomaría medidas, y que
entendería que denunciara los hechos.
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