El piso está situado en la calle Misión Santa Bárbara. Foto: JFM

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Esta casa está situada en la calle Misión Santa Bárbara y la dueña es una mujer francesa que colocó un letrero ofreciendo alquilar el piso. Hubo varias personas que le llamaron, y entre ellas una mujer de nacionalidad colombiana, a quien finalmente aceptó alquilárselo. Este acuerdo se produjo el día 15 de junio y quedaron en verse tres días después para firmar el contrato y entregar la fianza. Sin embargo, al día siguiente llamó por teléfono a la dueña pidiéndole permiso para dejar sus maletas «porque me dijo que no tenía otro sitio donde dejarlo».

La mujer francesa, pese a que tenía sus dudas, aceptó hacerle este favor y quedó con ella en verse frente a la puerta del edificio, con la condición de que llevara el dinero. «Me esperó frente a la puerta del piso y me dijo que en ese momento no llevaba el dinero, pero que por la tarde vendría y me lo entregaría». La dueña estuvo esperando casi toda la tarde en la vivienda, y la «inquilana» no apareció, a pesar de que le llamaron por teléfono y «dijo que estaba a punto de llegar». Sin embargo, al día siguiente se enteró de que la mujer había llamado por teléfono a los bomberos, con la excusa de que había perdido las llaves, para que le abrieran la puerta. Los bomberos, en efecto, pudieron comprobar que las maletas de la mujer que les había pedido ayuda estaban dentro del piso, por lo que no sospecharon en ningún momento de que la llamada era un engaño.

Agathe Buday se enteró de esta entrada ilegal en su casa al día siguiente, a través de los vecinos, y después averiguó que la mujer colombiana había presentado una denuncia contra ella, acusándola del robo de 3.600 dólares y del recibo en el que se justificaba el pago de un adelanto de 130 mil pesetas. La propietaria del piso afirma que esta denuncia no es más que una maniobra premeditada de la mujer colombiana para llevar a cabo su plan de engaño. Mientras tanto, la «inquilina» ha conseguido disfrutar todo el verano de una vivienda, sin pagar una peseta, situada casi en primera línea, e instalar allí a varios compatriotas.