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Un gran incendio declarado en un hotel del norte de Manila provocó ayer la muerte a 75 personas, entre ellas al menos a un niño, durante un dantesco episodio, dado que las víctimas quedaron atrapadas en el interior debido a que las rejas de las ventanas les impidieron salir. Aunque aún no se conocen las causas del siniestro, todo apunta a que se produjo una sobrecarga eléctrica en el sistema de refrigeración del hotel Manor, ubicado en la calle Kamias de Quezon City, un suburbio al norte del área metropolitana de Manila.

El incendio comenzó en torno a las 4.15 hora local (20.15 gmt del viernes) en la tercera planta del establecimiento hotelero y los bomberos habían extinguido las llamas dos horas después. La mayoría de las víctimas murió por asfixia en las plantas tercera, cuarta y quinta del inmueble, todas ellas con las ventanas selladas por rejas metálicas. La televisión local emitió imágenes que mostraron a un bombero con el cadáver de un niño entre sus brazos y a muchos clientes del hotel agolpados en las ventanas, cuyas rejas les separaban de los equipos de salvamento.

Según la policía, 172 huéspedes estaban registrados en el establecimiento, la mayoría eran miembros filipinos del grupo evangelista con base en Texas (EEUU) «God's Flock Ministry», que celebraba un congreso en el hotel este fin de semana. Las fuentes añadieron que 18 clientes sobrevivieron al suceso, pero aún deben determinar cuál ha sido la suerte de las otras 79 personas que se encontraban en edificio y que posiblemente escaparon de las llamas.