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JAVIER JIMÉNEZ-M.V. Cinco excursionistas palmesanos fueron rescatados en la madrugada de ayer en sa Fosca, en el Torrent de Pareis, después de que pasaran varias horas perdidos y, uno de ellos, con síntomas de deshidratación. La Guardia Civil de Palma explicó que a las 23.30 horas del domingo una mujer se puso en contacto con el servicio de emergencias del 112, para denunciar que su hijo y cuatro amigos no habían regresado a casa. Según la señora, el grupo de amigos había salido a las 8.00 horas de ese día hacia sa Fosca y le habían comunicado que si no volvían a las 22.00 horas diera la voz de alarma, ya que significaba que les había pasado algo.

La Guardia Civil realizó las averiguaciones pertinentes y luego se puso en marcha el dispositivo de auxilio, en el que participó también la Cruz Roja de Sóller, que contó con dos montañeras; los bomberos, Protección Civil y el GREIM (Grupo de Rescate en Montaña). El grupo se adentró de noche en el Torrent de Pareis, adoptando las precauciones necesarias para no protagonizar nuevos incidentes, y comenzó la búsqueda de los jóvenes. Los muchachos iban equipados y cuatro de ellos tenían experiencia en la montaña, pero se encontraron con el problema de que el quinto miembro no se desenvolvía demasiado bien en ese paraje abrupto y retrasó la excursión. Luego, se equivocaron de camino y se perdieron.

A las cinco de la madrugada, aproximadamente, el GREIM localizó a los cinco excursionistas en el 'Entrefoc', agotados y con el susto en el cuerpo. Uno de ellos estaba extenuado y con síntomas de deshidratación, y fue atendido por los efectivos de rescate. Jesús, Sebastián, Alejandro, Cristian y un quinto rescatado, cuya identidad no ha trascendido, explicaron que tenían previsto realizar al trayecto de sa Fosca y que pensaban que no era tan complicado. Luego debían salir por Escorca y retornar a casa, aunque uno de ellos se cansó, cayó la noche y se sintieron desorientados.

Los muchachos tienen edades comprendidas entre los 25 y los 27 años, según la Guardia Civil, y son vecinos de Palma. Uno de ellos ya había realizado la excursión de sa Fosca. Para adentrarse en aquel paraje portaban trajes de neopreno, cuerdas y luces frontales, para los tramos donde no entraba la luz del sol. El equipamiento era el oportuno para este tipo de itinerario, no exento de peligro, y aunque todavía las pozas del torrente están medio vacías, el frío en la zona al caer la noche es intenso.