Condenado un director de un banco que se apoderó de 22 millones de pesetas

Las irregularidades económicas se produjeron entre el mes de noviembre de 1993 y marzo de 1996. Durante este periodo el acusado fue el director de la sucursal de una caja de ahorros de Maó. Un auditoría interna descubrió que el empleado dispuso en beneficio propio de más de 48 millones de pesetas, que en parte correspondían a los fondos depositados por varios clientes. De esta cantidad se pudo recuperar casi la mitad. El director realizó este descuadre económico anulando comisiones, concediendo intereses por encima de lo establecido, y pagando amortizaciones para evitar descubiertos y costes financieros. Todo ello provocó graves perjuicios económicos a la entidad financiera.

Todas estas irregularidades económicas fueron descubiertas por el subdirector de la sucursal, que lo puso en conocimiento de sus superiores. La sentencia señala que el director alegó que él había colaborado en la auditoría y que gracias a ello el banco pudo recuperar fondos por valor de 25 millones de pesetas. También señaló que, como consecuencia de su trabajo, sufría una profunda depresión y situación de estrés, para lograr los objetivos financieros que le imponía los responsables de la entidad financiera. El tribunal, al margen del dinero que se quedó el director, considera que cometió irregularidades en su gestión para favorecer a algunos clientes, porque de esta forma tendría la posibilidad de promocionarse en el banco, con el consiguiente aumento de sueldo.