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Un hombre cuya identidad no ha trascendido fue arrestado recientemente por la Guardia Civil en Pollença después de que su esposa lo denunciara por malos tratos y, además, desvelara que se había masturbado frente a su hija de 21 meses. El acusado ha quedado en libertad después de negar las imputaciones. Del caso no se ha facilitado información desde la Comandancia de la Guardia Civil de Palma ya que se trata de un asunto donde hay implicado un menor, pero este periódico ha podido saber que los hechos ocurrieron hace algunos días, cuando una mujer presentó una denuncia por una presunta agresión física de su esposo.

Las relaciones entre la pareja están muy deterioradas y los agentes ampliaron la denuncia y le tomaron declaración a la señora, para conocer más detalles del incidente. Durante su explicación de los hechos sacó a colación un hecho que alarmó sobremanera a los funcionarios: aseguró que en una ocasión su esposo se había masturbado enfrente de su hija, de tan solo 21 meses de edad. El caso, entonces, cambió de forma radical y los agentes trataron de averiguar si aquellas gravísimas imputaciones eran creíbles o si, por el contrario, se trataba de una treta de la mujer para provocar que el hombre ingresara en prisión. El acusado, de hecho, parece ser que negó de forma categórica las acusaciones y luego quedó en libertad, ya que no existían indicios de peso suficientes para pensar en su culpabilidad.

Las fuentes consultadas indicaron que la hija de 21 meses del matrimonio no fue trasladada hasta un centro médico para ser sometida a un examen, lo que parece indicar a las claras que los investigadores no dieron excesiva credibilidad a la versión materna, ya que siempre que existe una mínima sospecha son los servicios sanitarios los que tienen la última palabra.

En este asunto la fiscalía de Menores no ha sido informada porque el presunto agresor es mayor de edad y la Benemérita o la policía sólo se ponen en contacto con este organismo cuando el incidente lo protagoniza un menor. Desde la Comandancia de Palma se indicó que son muchos los casos en los que uno de los dos cónyuges implica al otro en hechos muy graves en un momento de acaloramiento y luego o bien da marcha atrás al ser consciente de las consecuencias de las imputaciones o bien se demuestra que éstas no tiene consistencia.