La violencia doméstica que no cesa

Al llegar una patrulla a su casa se encontró a la mujer sollozando a la entrada de la vivienda y discutiendo con su novio, que le impedía el acceso. La fémina pretendía recoger sus enseres y documentación personal y los agentes mediaron para que pudiera entrar en la casa. La mujer, cuando reparó en los policías, denunció que poco antes de ser sacada del apartamento su compañero la había agredido físicamente, y añadió que en su país este tipo de situaciones no eran nuevas. La víctima fue acompañada al PAC de Santa Ponça y al día siguiente fue arrestado el maltratador.

El siguiente caso de violencia doméstica se registró en Palma, cuando funcionarios del MIP-D del CNP, detuvieron a Francisco V.S., de 37 años. Su mujer, cuando llegaron los policías, se encontraba sentada en un banco de una plaza palmesana junto al agresor, que precisamente había sido el que había solicitado una ambulancia debido a las lesiones que presentaba la mujer. Se trataba de un corte profundo en la ceja del que manaba abundante sangre y un hematoma en el ojo. Momentos antes la pareja había mantenido una fuerte discusión y el detenido le había propinado varios puñetazos en el rostro, amenazando con matarla si le quitaba a sus hijos de corta edad. En el pasillo agarró a su mujer por el cuello y la llevó hasta la cocina, donde con un cuchillo la amenazó de muerte. Al intentar defenderse de la agresión brutal, la mujer fue golpeada en el rostro por su marido. Los malos tratos y agresiones se han repetido en ocasiones anteriores y han sido denunciados por la víctima en dos ocasiones.

El detenido ha negado alguno de los cargos que se le imputan y en otros no ha querido declarar. La mujer fue atendida en el Hospital de Son Llàtzer de las lesiones sufridas.