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A pesar de que oficialmente todavía no se ha confirmado que el cadáver aparecido hace dos semanas en una finca de Son Verí, en Llucmajor, sea el de Stefanie Rüggeberg, la adolescente alemana de 15 años desaparecida desde julio, su madre la dio ayer por muerta. Los últimos resultados de las pruebas del ADN que se han practicado en un laboratorio de Madrid también parecen avalar esta hipótesis, pero las fuentes consultadas ayer quisieron dejar bien claro que hasta hoy o quizás el miércoles la Guardia Civil no contará con el resultado final del examen de los restos hallados en Son Verí Dalt.

Sin embargo, los investigadores se reunieron ayer con Silvia Rüggeberg en su domicilio de s'Arenal de Llucmajor para ponerle al día de las últimas novedades en el caso. La mujer, ayer noche, se mostró muy abatida y contundente sobre las posibilidades de que su hija fuera la persona que apareció sin vida entre aquellos matorrales: «Stefanie está muerta», se limitó a explicar.

Casi desde el primer día en que fue hallado el cadáver la Policía Judicial de la Guardia Civil ha tenido claro que existían muchas posibilidades de que se tratara de la adolescente alemana, que desapareció el 31 de julio tras asistir a una fiesta en compañía de otros jóvenes. Un mechón de pelo y una pulsera fueron dos de los factores valorados por la Benemérita para avanzar en esta dirección, pero también hubo otros indicios que parecían descartar que 'Stefie' fuera la víctima, como por ejemplo los calcetines de invierno que portaba o la ropa interior, que no fue reconocida por la familia.