El Crist de la Sang es, junto a la Mare de Déu de Lluc, la imagen
con más devoción de Mallorca. Alrededor de mil personas acuden a
diario a venerar el Crist de la Sang, obra anónima datada de
finales del siglo XVI, principios del XVII, especialmente el
Miércoles Santo, cuando es bajada del camarín, y durante la
festividad de La Sang, en el mes de julio. La figura tiene
influencias góticas y presentaba características de los cristos de
la época barroca: pelo natural, corona de plata y vestidos de tela
lujosa. El pasado mes de julio, el ex prior de La Sang, Antoni
Gili, publicó la obra «La Sang. Història i Devoció».
ç Antoni Gili comentó ayer a Ultima Hora que «en 1552 se erigió
la Confraria de la Sang, que exigía la creación de una capilla y un
Sant Crist». «Es el segundo Crist que se hizo, desconocemos su
autor, pero creo que se hizo más grande y de menor peso para que la
gente lo pudiese ver mejor en las procesiones. El Dimecres Sant se
baja para llevarlo a la procesión del Dijous Sant», explicó Antoni
Gili. «Un día contamos la gente que vino a venerar la imagen y
fueron 870 personas.
Los fines de semana venía más gente, bajaban de los pueblos y
las personas que han venido de la Península y los sudamericanos
conectan de forma rápida con el Sant Crist», agregó Gili. La
iglesia de la Sang, dedicada a la «Anunciació de Maria», tiene tres
capillas a cada lado. La más emblemática de todas es la del Sant
Crist, que fue construida en el año 1743 para acoger la imagen del
Crist de la Sang, que estaba en el centro del camarín. La sala está
dividida en dos partes.
La primera, de planta cuadrada, está cubierta por una cúpula
adornada con una pequeña linterna. Tiene un retablo barroco. Desde
su obertura central se podía ver la imagen del Sant Crist, situada
en la segunda sala. Ésta es de planta rectangular y delimitada por
un pequeño deambulatorio y está cubierta por una cúpula
elíptica.
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