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Ayer tarde quedó visto para sentencia el juicio contra Alberto López, el joven acusado de asesinar a su novia, Sandra González, el pasado año en una casa de Cala Gamba. Tras ser detenido el joven ingresó en el Hospital General. Dos policías que le custodiaban confirmaron que el primer día el acusado intentó suicidarse dos veces. Primero intentó asfixiarse con una bolsa de plástico y después estrangularse con la cadena del water. Sin embargo, en ambos casos fracasó.

En la segunda sesión del juicio por estos hechos, que ocurrieron el día 2 de enero del pasado año, declararon los forenses Julio López Bermejo y Antoni Siquier, que realizaron la autopsia al cadáver de la joven de 22 años. Los médicos confirmaron que la mujer había sido estrangulada con la funda de una almohada y que también presentaba dos traumatismos craneales. Los médicos no pudieron establecer el desarrollo de los hechos, si bien, a preguntas del abogado defensor Eduardo Valdivia, señalaron que cuando fue estrangulada la mujer perdió el conocimiento, pero no estaba muerta. También indicaron que ninguno de los traumatismos era mortal.

Una de las pruebas que aportó la defensa fue la declaración de los científicos que analizaron los cabellos del acusado, para demostrar su adicción a las drogas. Los peritos confirmaron que Alberto López era un consumidor habitual de cocaína y alcohol. También se analizó la sangre de Sandra González y se comprobó que contenía cocaína. De hecho, el acusado declaró el lunes ante el jurado que ambos eran drogadictos y que habían pagado la última droga que tomaron robando el dinero que sus padres guardaban en la caja fuerte de su casa. Alberto declaró que le dijo a su novia que tenía intención de suicidarse y que ella, no sólo no le hizo caso, sino que incluso «se rió de mí».

Tanto la fiscal Rosa Cosmeli, como el abogado José Miguel Sintes, que representa a la familia de la mujer como acusación particular, y la letrada Francisca Arrom, en nombre del Lobby de Dones, que inicialmente solicitaban 18 años de cárcel, ayer aumentaron su propuesta hasta los 20 años al entender que se trataba de un asesinato con la agravante de parentesco. El defensor Eduardo Valdivia, que considera que se trata de un homicidio, mantuvo que existían varias atenuantes.