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Antoni Vives, un camionero de Manacor y árbitro de fútbol de 44 años, apareció ayer en su casa después de que hace ocho días se interpusiera una denuncia ante el Cuerpo Nacional de Policía por su desaparición y que en numerosos locales de la comarca se repartieran pasquines con su fotografía.

El hombre, que al parecer nunca había protagonizado un episodio similar, trabaja para una empresa de bebidas de Manacor y el martes día 6 salió con un camión a repartir el género y ya no regresó. Esa noche no durmió en su casa y su familia, alarmada, acudió a la comisaría para exponer el caso. La Unidad Territorial de Costas (UTC) de la Policía Local de Porto Cristo también abrió diligencias y efectuó gestiones para localizar al conductor. Del camión de la empresa tampoco se tuvo noticias y según las informaciones recabadas por este periódico aún no ha sido localizado.

Durante estos ocho días de misterio los amigos y familiares de Antoni Vives repartieron carteles y pasquines en Porto Cristo, Manacor y alrededores, aportando cinco teléfonos de la policía y de allegados por si alguna persona conocía su paradero. Ayer, por fin, apareció sano y salvo, aunque al parecer se encuentra un tanto desconcertado y no recuerda lo ocurrido.