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El teniente coronel Antonio Peñafiel, acusado de dos asesinatos y un tercero en grado de tentativa en la Comandancia de Albacete, continúa ingresado en el Hospital Gómez Ulla de Madrid. Después de efectuar los disparos, uno de los cuales acabó con la vida del comandante Isidoro Turrión, con fuertes vínculos familiares en Mallorca, el teniente coronel se disparó en la cabeza.

Pese a la extrema gravedad de las heridas (tuvo perdida de masa encefálica), Antonio Peñafiel salió del estado de coma e inició una recuperación. Hace quince días que fue trasladado desde un hospital de Albacete al 'Gómez Ulla', en Madrid, donde continúa ingresado. Peñafiel ocupa una habitación que tiene constante vigilancia en la entrada de dos agentes de la Guardia Civil. Tiene restringidas las visitas y sólo se permite el acceso de un familiar directo, en concreto de su hermano, José, que es capitán jubilado. El teniente coronel padece una hemiplejía en el costado izquierdo, lo que le dificulta la movilidad en el brazo y la pierna. Está consciente y puede mantener cortas conversaciones con total coherencia. El juez decretó prisión para él y cuando obtenga el alta del citado hospital está previsto que ingrese en la prisión militar de Alcalá, en la Comunidad de Madrid.