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Esperanza Rocío Rodríguez Martínez, de 32 años, circulaba a bordo de un ciclomotor por la calle Alférez Cerda y a la altura de una señal de ceda el paso de la Plaza Almirante Churruca aconteció el siniestro.

Eran las 6.05 horas y la víctima salió despedida como consecuencia de la violenta colisión con una furgoneta, cuyo conductor salió ileso del accidente y se apeó rápido para auxiliarla. El personal médico de una Uvi-móvil intentó reanimar a la joven, cuyas constantes vitales eran casi imperceptibles, y minutos después no pudo evitar el fallecimiento. La Policía Local de Palma tomó declaración al conductor implicado y habló con algunos testigos, a fin de poder reconstruir los hechos y determinar las causas de la colisión mortal. El juzgado de instrucción número 1, que se encontraba a esas horas todavía en funciones de guardia, fue informado del óbito y la empresa funeraria trasladó el cadáver de Esperanza Rocío hasta el instituto anatómico forense de Palma.

Por otra parte, en la calle Joan Carles I de Andratx se produjo en la noche del sábado al domingo el atropello de una señora de 80 años que, además, levantó las protestas de los vecinos por la demora en comparecer de la ambulancia. Sebastiana Servera Ensenyat cruzaba la calle a las 22.50 horas y cuando detectó que un ciclomotor se acercaba hacia ella ya fue demasiado tarde para reaccionar. A consecuencia del impacto la peatón fue lanzada ocho metros y se estrelló contra el asfalto, donde quedó tendida llena de sangre y con lesiones graves.

Sufría, además, una conmoción craneal y numerosos vecinos que habían escuchado el golpe salieron a la calle a auxiliarla. A las 23.31 horas llegó una ambulancia sin médico, lo que enfureció todavía más a los testigos, que llevaban tres cuartos de hora esperando en la calle. «Esta es la calle de los desastres, las motos van a toda velocidad, el ruido es insoportable y además el asfalto está en muy mal estado», denunció un vecino, que añadió: «El alcalde había prometido una ambulancia y no lo ha cumplido».