Las cifras de víctimas podrían aumentar a medida que se
restauren las comunicaciones con las zonas alejadas afectadas por
las lluvias torrenciales, según informó esta tarde el Centro
Nacional para Prevención de Desastres. El décimo cuarto tifón de
este verano, con vientos de hasta 217 Km/h, causó además cortes de
electricidad masivos, inundaciones, descarrilamientos de trenes y
dejó sin hogar a miles de familias.
La agencia local de noticias Yonhap citó a un funcionario de los
servicios meteorológicos quien afirmó que el tifón Maemi ha sido el
más fuerte desde que su institución empezó a registrar los datos
sobre el estado del tiempo, en 1904. Una de las zonas más
damnificada por el huracán fue Busan, la segunda ciudad del país y
el primer puerto surcoreano, y la región circundante de Gyeongsang,
donde se registraron la mayor parte de las víctimas mortales.
En Busan, dos personas murieron electrocutadas y cinco bomberos
resultaron heridos al caer una grúa de construcción.
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