Antonio Vázquez Vázquez tiene 43 años de edad y ha pasado más de
media vida en prisión. Ha logrado fugarse ocho veces de centros de
reclusión y ha sido considerado, durante años, como uno de los
delincuentes más peligrosos de España, hasta el extremo que fue
condenado a más de un siglo y medio de prisión por cometer
numerosos atracos. Este hombre, que comenzó su carrera delictiva
cuando era un menor, fue ayer trasladado a los juzgados de Inca. El
pasado mes de abril, cuando se encontraba en libertad condicional,
fue detenido por la Guardia Civil.
Más de 20 hombres, armados y vestidos con chalecos antibalas
acudieron a un piso de Son Cladera, para detener a Antonio Vázquez,
porque se le consideraba un hombre peligroso. Sin embargo, el
hombre no ofreció ningún tipo de resistencia, entre otras cosas,
porque sufre una grave lesión neurológica que apenas le permite
caminar. Esta detención respondía a que el día 20 de abril,
Antonio, junto a su sobrino, se desplazó con un coche hasta la zona
de Can Picafort. Allí cometieron dos robos con violencia, primero
contra una mujer y después contra un matrimonio extranjero. Los dos
hombres iban armados.
Vázquez, según ha reconocido él mismo, llevaba una pistola
simulada, y su sobrino, que golpeó a una de las víctimas, empuñaba
una navaja. Ayer ambos debían ser juzgados por estos hechos, que
motivaron que a Vázquez le anularan la libertad condicional y se
viera obligado a regresar a prisión. El fiscal pide para él cuatro
años de prisión. El juicio no llegó a celebrarse, entre otras
cosas, porque el recluso cambió de abogados. Sin embargo, la juez
escuchó, como prueba anticipada, la declaración del matrimonio
extranjero que fue asaltado. Ambos familiares fueron reconocidos
por las víctimas.
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