El británico King declaró el pasado viernes que el día del crimen
de Sonia Carabantes, que se cometió el pasado 14 de agosto, acudió
a la localidad malagueña de Coín, pero que bebió mucho y sólo
recordaba que había visto a la joven en la feria y además que había
tenido un accidente con su vehículo.
El segundo ciudadano británico detenido ayer por la mañana en
Nerja (Málaga), cuyas iniciales son R.G., nacido en 1964, ha sido
arrestado como «presunto encubridor», según las fuentes.
Hasta la fecha, Tony Alexander King se había inculpado, en su
declaración ante la policía, del crimen de la joven de Coín Sonia
Carabantes, encontrada muerta el pasado 19 de agosto, pero no había
admitido su relación con el de Rocío Wanninkhof, que desapareció en
el mes de octubre de 1999.
Los investigadores cuentan en su haber con el ADN obtenido de
las muestras que se recogieron en el domicilio del arrestado, y que
coincide con el de otras halladas en los escenarios de los crímenes
de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof.
El perfil genético del arrestado, obtenido a partir de un
calzoncillo y de una colilla que se encontraban en su casa, «es
idéntico», según los investigadores, al que se obtuvo de los
tejidos que había bajo las uñas del cadáver de Sonia Carabantes, al
de la sangre que tenían los restos de un faro encontrados cerca de
la vivienda de esta joven, y al de la saliva de una colilla hallada
donde desapareció Rocío Wanninkhof. Dolores Vázquez insistió el
viernes en una multitudinaria rueda de prensa en su inocencia, y en
que desconoce a Tony Alexander King, con el que negó una supuesta
relación laboral.
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