TW
0

Jim Clark abandona hoy la Isla junto a su mujer Elisabeth rumbo a Escocia, su patria, en lo que supone el final de unas vacaciones que no olvidará nunca. El pasado martes salvó la vida de Tamara, una pequeña de seis años, cuando la liberó de las fauces de un rottweiller que la atacó en Alcúdia mientras jugaba en la casa de un amigo causándole heridas graves.

Hasta ayer, medio pueblo buscaba al héroe, un misterioso extranjero que rescató a la niña y desapareció discretamente mientras la trasladaban en ambulancia. Hoy conocemos su historia. En 1989 dos rottweiler mataron en su país a la hija de su hermana; entonces nadie pudo hacer nada por salvar la vida de la niña.

«No soy un héroe, ni estoy loco, todo ocurrió muy rápido, cuando oí los gritos y al mirar vi al perro que tenía a la niña atrapada en su boca y la zarandeaba como si fuera una muñeca, atravesé corriendo la riera que me separaba de la casa entré y saqué a otros dos niños que estaban aterrados junto al perro, luego golpeé al animal fuertemente contra la reja de la casa y fruto de este golpe en la cabeza el perro abrió la boca y Tamara pudo huir por su propio pie», relata Jim.

«Me vino a la cabeza la imagen de mi sobrina, odio los perros peligrosos, deberían estar prohibidos en lugares en los que puede haber niños y lo peor es que si los dueños tienen dinero, todo queda en nada», añade.

Cuando la esposa de Jim, Elisabeth se dio cuenta de lo ocurrido casi se desmaya. «Al principio yo no había visto a los perros pero cuando acabó todo y pude ver a los dos rottweiler por poco me muero», explica.

La pareja de escoceses tiene cinco hijos que «ya se han encargado de echarme un buen rapapolvos por lo que hubiera podido pasar aunque en el fondo están orgullosos», explica Jim.

El escocés está deseando relatar lo ocurrido a su hermana, que está de vacaciones en Italia y es que en cierto modo la experiencia de Alcúdia ha sido para él una segunda oportunidad. «Con mi sobrina no se pudo hacer nada», recuerda.