Dos vecinas del inmueble y un policía local sufrieron intoxicación leve. Foto: ALEJANDRO SEPÚLVEDA

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El edificio, de cuatro plantas, está ubicado en el número 7 de la calle Sant Vicenç Ferrer, muy cerca de la Plaça Tinent Coronel Franco. Se trata de una finca de más de treinta años de antigüedad y ayer por la mañana, pasadas las 9.30 horas, un incendio se declaró en un tercer piso donde vive una familia magrebí. El inmueble, de unos 70 metros cuadrados, se encontraba al parecer vacío en esos momentos y las llamas, que se iniciaron en el comedor, junto a un televisor, se extendieron con gran rapidez.

Los vecinos comenzaron a detectar un intenso olor a humo y uno de ellos, alarmado, se puso en contacto con la policía. Dos minutos después, el 092 comenzó a recibir otras llamadas de residentes en aquella calle que veían salir una gran humareda de la planta tercera. El edificio fue evacuado de forma ordenada, pero una vecina de unos 55 años no pudo salir y tuvo que ser rescatada por los bomberos, que llegaron hasta ella con una escalera mecánica.

Las tareas de extinción se prolongaron durante una hora y media y la calle fue cerrada al tráfico para que los bomberos, la Policía Local y el Cuerpo Nacional de Policía pudieran trabajar más cómodamente. El piso donde se inició el siniestro quedó devastado y del balcón cayeron a la calle cascotes y parte de una antena parabólica, que impactaron en un coche aparcado. Las llamaradas, mientras tanto, adquirieron fuerza y destrozaron parcialmente otras dos viviendas contiguas a la calcinada. Al final, tras arrojar ingentes cantidades de agua, los bomberos consiguieron sofocar el fuego.