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En el Juzgado de lo Penal número 7 de Palma estaba previsto juzgar ayer a un hombre de 73 años de edad, que había sido denunciado por un delito de abusos sexuales y contra el que inicialmente la Fiscalía le solicitaba una condena de dos años de prisión. La víctima de estos hechos era la biznieta del acusado, que en estos momentos cuenta con diez años de edad. El juzgado, para evitar que la menor no se encontrara físicamente con su bisabuelo, había organizado que la víctima declarara a través de un sistema de vídeo-conferencia que se realizaría desde la biblioteca de los juzgados de Vía Alemania. Sin embargo, la declaración de la niña no fue necesaria puesto que tanto el fiscal, el abogado de la acusación particular como el letrado de la defensa alcanzaron un acuerdo. El mismo consistía en que el hombre se declararía culpable, pero no de un delito de abusos sexuales, sino de una falta de vejaciones. Aceptaría pagar una multa económica e indemnizar a la madre de la niña con la cantidad de tres mil euros. Con este acuerdo, que Antonio M.F. aceptó, el juicio fue un puro trámite. Sin embargo, antes de que se celebrara la vista se aumentaron las medidas de seguridad por los alrededores de la sala de juicios para evitar un enfrentamiento entre los familiares de la niña y el acusado, que acudió al juzgado acompañado de su mujer.

Los hechos que ha aceptado probados el acusado ocurrieron en el año 2001. La niña solía acompañar a su abuela en las visitas que realizaba al acusado. El hombre vive en un domicilio situado en la barriada palmesana de Son Ferriol. La acusación sostenía, y el hombre lo ha reconocido al confesarse culpable, que sometió a la menor a tocamientos superficiales en sus genitales por encima de las braguitas. Parece ser que no fue un hecho aislado, sino que estos tocamientos se repitieron varias veces.

La menor, a raíz de estos hechos, tuvo que someterse a un tratamiento psicoterapéutico. Se da la circunstancia que el padre de la niña, que se encuentra separado de la madre de la menor, no tenía conocimiento de los hechos ni que se había denunciado al acusado. El hombre también acudió ayer al juzgado y estuvo casi todo el tiempo junto a la niña, que en ningún momento llegó a tener contacto con su bisabuelo. Esta condena no le supondrá tener antecedentes penales.